En un momentito ésta mañana hemos preparado éste xilófono de vidrio y agua de colores.
Papá Manitas se alegrará de ver que hemos dado uso a los botes de cristal que guardo por lo que él llama mi síndrome de Diógenes jaja (Aún me han faltado dos botes, ves?!)
Lo he preparado yo porque no és fácil para Ó conseguir el tono correcto de cada nota ya que hay que ir añadiendo o quitando agua, pero los niños más mayores pueden implicarse desde el inicio del proyecto.
Se llenan los botes y se van tocando para ver cuál es el sonido correcto, se añade o se quita agua para ello; y además se lo pueden pasar pipa mezclando los colorantes primarios para obtener colores nuevos, y de paso, aprender.
Los he preparado y dejado en la encimera de la cocina porque no me fiaba en un principio... jeje
Y Ó con su torre de aprendizaje y el palo del triángulo ha venido a investigar. (Con una cucharilla funciona igual, de maravilla)
El sonido es mejorable, y nos faltan las dos últimas notas de la escala por falta de botes, pero hemos estado un rato entretenidos y hemos probado la actividad, os dejo un vídeo para que lo escuchéis:
Es muy fácil de hacer y entretiene mucho a lo niños, y si encima lo usamos sobre una mesa de luz, queda espectacular!
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