Estas navidades nos ha dado un poco por el DIY con los regalos en casa (en la medida de lo posible, mi sobrina quería una Barbie Anna Frozen y a ver quién hace una de esas!). Yo cosí con mi súper máquina algunos detalles para la familia. Papá Manitas hizo de las suyas.
Vivimos en una ciudad del levante donde está muy arraigada la fiesta taurina. No es de extrañar ver a niños de 4 o 5 años jugando a toros. No es una tradición que me llene de alegría pero aquí está y los peques crecen con ella. En nuestra ciudad se celebran las fiestas con "bous al carrer" dos veces al año, y así en la mayoría de pueblecitos de alrededor.
Uno de los regalos que recibirá Ó estas fiestas es un caballo, de estos típicos que se balancean, de madera.
Papá Manitas comenzó a darle al run-run cuando lo vió. Y no sé cómo lo mezcló todo, pero el resultado fue éste.
No, no es para Ó! Es para un primito. No es Montessori pero a sus papis les encantan las cosas hechas a mano (Me enamora tu escritorio-barco, Miguel!) y sabemos que a Vicente le va a gustar muchísimo.
Papá está muy orgulloso de su trabajo (yo también!), sabed que los hace por encargo, pero poneros a la cola que en el taller vienen un par de vacas más en camino!
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